jueves, 29 de abril de 2010

Una historia de amor

Esta es una historia de amor. Una de esas historias de ese amor loco y adolescente que hace que seas capaz de recorrer más de 500 kilómetros para conocer a esa chica que te gusta, estar con ella poco más de una hora y recorrer otros 500 kilómetros de vuelta a casa... todo ello, por supuesto, con una sonrisa en los labios. Si, esta es una historia de amor, pero "ella" no es una chica, "ella" es una banda de rock y su nombre es Los Madison.

Mi amigo Miguel me los recomendó hace ya algún tiempo pero no le presté demasiada atención. Su nombre volvió a cruzarse en mi camino a finales del año pasado debido a su participación en la versión española del concierto benéfico Light of Day y fue entonces cuando me prometí escucharlos... algún día.

Finalmente ese día llegó; a principios de marzo febrero por algún motivo recordé su nombre y los busque en Sptotify... me quedé alucinado, me sorprendieron como hacía mucho, mucho tiempo que nadie me sorprendía, los califiqué de imprescindibles en mi twitter y empecé a hablar de ellos a todo el mundo. Fue un flechazo, un amor a primera vista.

Y pasó lo que tenía que pasar: desde ese preciso instante me marqué como objetivo el verlos en vivo; necesitaba imperiosamente comprobar si en directo eran tan buenos como prometían en sus discos.

Así que cuando vi que tocaban en Bilbao unos pocos días después no me lo pensé demasiado... no me importó que Bilbao esté a muchos kilómetros de mi casa... no me importó que el concierto sólo fuera a durar una hora puesto que compartían cartel y había restricciones horarias... no me importó nada; simplemente convencí a mi gente y nos presentamos allí.

No me arrepentí. Salí de allí con una sonrisa en los labios; feliz. Lo visto y oído no sólo cumplía con mis espectativas sino que las superaba con creces; todas y cada una de las canciones se superaron a si mismas en un directo simplemente arrollador. Un concierto para enmarcar de principio a fin.

Un concierto, además, con uno de esos momentos mágicos en los que deseas que lo que suena no termine nunca, una de esas canciones que desearías que volviera a empezar a sonar de nuevo justo cuando termina. Fue Horas contadas, un tema tranquilo y menos rockero que pone punto final a su primer disco y que, tal vez por eso, me había pasado un tanto desapercibido. En directo es impresionante, colosal, con una intensidad que va creciendo a cada momento y que termina de una forma épica, con un sólo de guitarra de los que ponen la piel de gallina, y que a mi me emocionó tanto que no pude -ni quise- evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas... de felicidad.

El concierto supo a poco, a muy poco, salí de allí con ganas de repetir... así que repetiré y el próximo sábado nos veremos en Segovia, conduciré una noche más para ver a mi chica... "I swear I'll drive all night just to buy you some shoes // And to taste your tender charms..." Lo estoy deseando...


Vídeo del tema Vendaval que grabó Ro en Bilbao y que hemos subido a mi canal de Youtube. Seguir leyendo...