domingo, 21 de septiembre de 2008

10 años conectado

A finales del mes de agosto de 1998 mi hogar se conectaba a la red de redes.

Llevaba ya algún tiempo con ganas de tener conexión en casa ya que de la de la oficina sólo podía hacer un uso limitado debido a entre otras cosas a que no estaba en mi ordenador sino en el de mi jefe.

Uno de los factores que me llevó a decidirme fue a que en ese momento, al igual que anteriormene había pasado con los teléfonos móviles, a los bancos les dio por ofrecer conexión gratis a sus clientes. Así que ni corto ni perezoso llamé al Banco de Santander y les pedí uno de estos accesos... era un mes de prueba que después te prorrogaban por un año si estabas interesado.

El siguiente paso era adquirir un modem así que, tras mirar precios por toda la ciudad, una buena tarde salí de casa con mi ordenador bajo el brazo rumbo a la tienda de informática elegida para que me instalaran el aparato en cuestión... un modelo interno a 33.600 bps que recuerdo con el mismo cariño con el que se recuerda el primer coche.

Al día siguiente fui a la tienda a buscar el ordenador y ya en casa seguí paso a paso el manual para configurar el acceso telefónico a redes... metí con cuidado el número de teléfono del nodo así como el nombre de usuario y contraseña... todo salió a la primera y en unos pocos minutos se cargaba ante mi la primera página.

Entonces no podía imaginarlo pero aquel momento marcaría un punto de inflexión en mi vida... era el principio de una nueva era o mejor dicho significaba que yo entraba en una nueva era.

Recuerdo aquellos tiempos en los que teniamos que pagar religiosamente a Telefónica por cada minuto que estabamos conectados ya que se hacía una llamada teléfonica a un teléfono local o al de infovía. Recuerdo como la comunidad internauta pedía una tarifa plana diaría y como tiempo después conseguimos una tarifa semiplana que nos daba acceso ilimitado desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana. Recuerdo programar el gestor de descargas para que conectara y desconectara a esas horas para descargar aquellos primeros mp3 del Napster o de las news. Recuerdo las busquedas en Altavista o en Ozú...

Después vino mi segundo modem, externo y a 56 k... un tiro en comparación al primero pero lejos de la RDSI que montó mi vecino. Después vino mi paso a la ADSL, a 256 kbps, luego a 512 kbps, luego a 1 Mbps... ahora hasta 20 Mbps.

Parece que de todo esto ha pasado un siglo y sin embargo sólo han pasado 10 años... claro que 10 años en la era digital es mucho, muchísimo tiempo. Tanto tiempo que el viernes sentí nostalgía cuando escuché los inconfubiles pitidos de un modem analógico que me tocó configurar (mi viejo 56 k para más señas) o cuando leí esta entrada en La Abadía Digital.

Me hace gracia pensar que a un niño esto que cuento le sonará como las batallitas que cuenta el abuelo... no podrá imaginar un hogar que no esté conectado igual que le resultaría inconcebible una cámara en la que no se pueda ver la foto un segundo después de haberla tomado. Siento que soy parte de la última generación nacida en la era analógica.

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